Las cucarachas son insectos muy primitivos de los que muchas especies viven en países tropicales. Tres son las especies más importantes en Europa relacionadas con el entorno humano: la cucaracha americana (Periplaneta americana), de coloración pardo-rojiza y de rápida difusión en ambientes urbanos, que va a ser la especie diana en la actuación municipal; la cucaracha oriental (Blatta orientalis), de color café-oscuro; y la cucaracha alemana (Blattella Germánica), de mayor distribución en locales como bares, restaurantes, almacenes, etc.
Las cucarachas son omnívoras, gregarias, saprófagas y nocturnas. Para sobrevivir necesitan buenas condiciones de hábitat; calor, humedad, alimentos y refugio, reuniendo la red de saneamiento público en gran parte dichas condiciones.
La temperatura ambiente y la humedad son dos factores que condicionan enormemente la biología de la cucaracha, por lo que en los meses fríos de invierno (noviembre a enero) la proporción de adultos será baja y con poca actividad, mientras que en los meses de febrero a junio se produce un incremento poblacional que mantiene un gran número de individuos adultos durante el verano.
Como principio general, la desinsectación realizada contra las cucarachas y otros insectos en el municipio de Barbastro tiene por objetivo el control de esta plaga a unos niveles aceptables. Para ello hay que considerar algunas premisas que garanticen las intervenciones, como evitar la acumulación de residuos orgánicos permanentes en vía pública, desinsectar periódicamente los contenedores de basura, reparar las tapaderas del alcantarillado..., así como elegir la época en función del desarrollo y vulnerabilidad de la especie en cuestión y seleccionar adecuadamente el método y técnicas de control atendiendo al tipo de plaga.
Una vez conocida la especie, su hábitat y su ciclo, se procede a realizar la campaña anual de desinsectación en la red de saneamiento público. Como en el caso de la desratización del alcantarillado público, se establecen una serie de rutas de trabajo para canalizar la actividad de los aplicadores.
Entre las especies de vertebrados que se han aclimatado al entorno urbano y que tienen mayor interés por su potencial endógeno para llegar a constituir, lo que se ha venido denominando “plaga urbana” destacan con diferencia las ratas y ratones.
Las ratas crían durante todo el año teniendo su primera camada a los cuatro meses de edad, llegando a tener hasta seis durante su vida con un número de crías que varía entre cinco y diez. El potencial reproductor es muy alto, lo que les permite regenerar rápidamente una población que manifiesta una tasa de mortalidad cifrada en el 90%.
La alimentación de las ratas y ratones suele transcurrir por la noche; es omnívora, llegando a consumir el 10% de su peso en alimentos cada día. Las ratas y ratones, desde el punto de vista de salud pública, constituyen un factor de riesgo por las enfermedades que transmiten al hombre, ya sea directamente o bien a través de parásitos de los que son portadores.
La desratización tiene por objeto la eliminación de ratas y ratones de un determinado ambiente hasta niveles aceptables. Esta desratización activa caracterizada por integrar procedimientos ofensivos para atacar y destruir a las ratas y ratones debe ir complementada con otro tipo de actuaciones tales como el control de vertederos ilegales; la recogida diaria de la basura y la presencia de suficientes contenedores; y el cubrimiento de grietas y agujeros en jardines, casas abandonadas, etc. En cualquier caso, en el 99% de las ocasiones en que las ratas producen molestias en el entorno urbano, existe un acceso desde la red del alcantarillado hasta la zona donde se produce el problema.
Por ello, la desratización en el Ayuntamiento de Barbastro se realiza en la red de alcantarillado público, si bien existen todos los tratamientos coyunturales necesarios en caso de demandas ciudadanas. Para ello, si bien se debe hacer una combinación de métodos físicos, mecánicos, químicos o biológicos, en la mayoría de los casos los procedimientos son químicos, mediante la instalación de cebos en la red de alcantarillado.
La paloma es uno de los pocos animales que se ha adaptado a vivir en las ciudades. La similitud del medio urbano con su medio natural, la falta de depredadores y la abundancia de alimentos, ha hecho que proliferara en gran medida.
Esta densidad de población junto a sus hábitos antropófilos han convertido a la paloma en un animal polémico, siendo contradictorias las opiniones que sobre ella emiten los ciudadanos.
Las palomas son monógamas, crían durante todo el año aunque con más posibilidades de éxito de cara al buen tiempo. Cada hembra pone dos huevos blancos y pueden realizar unas 5 nidadas al año aunque no todas llegan a término. Muchos trabajos afirman que la población puede duplicarse anualmente. Son aves sedentarias y residentes, obedeciendo sus desplazamientos a la necesidad de alimento, descanso y anidación, siendo éstas muy rutinarias en el espacio y en el tiempo.
Entre los problemas que plantean destacan las molestias puntuales en determinadas zonas (balcones, buhardillas, casas abandonadas...) utilizadas como descanso o lugar para anidar. Son motivo de denuncia por parte del ciudadano, fundamentalmente derivadas del acumulo de heces y por ruidos. La solución, difícil en ocasiones, se basa en la utilización de sistemas de exclusión por parte del afectado, ya que la captura no resultaría eficaz.
El excremento de las aves, y el de las palomas con mayor motivo, dada su cantidad y volumen de defecaciones, constituye un serio peligro para edificios, monumentos y parques, principalmente para los elementos arquitectónicos pétreos y metálicos especialmente. La mejor manera de combatirlo es mediante la utilización de sistemas físicos de exclusión y captura de estas aves en espacios públicos para reducir su número.
De entre los métodos de control existentes, el Ayuntamiento de Barbastro realiza el control de población de palomas desde el año 2008 mediante Jaulas trampa, que atraen a las palomas por el alimento y agua que se dispone en su interior, junto con otras palomas a modo de reclamo. Normalmente se instalan tres jaulas, una de ellas sobre una plataforma elevadora, la cual puede transportarse fácilmente a distintos puntos del municipio sin necesidad de disponer terrazas para la instalación.
Desde el año 2008 se han instalado jaulas trampa en terrazas de la avenida Ejército Español, en los alrededores de la Catedral, en la plaza San Antonio, en el aparcamiento del puente San Francisco, y en las calles Capuchinas, Argensola, Santo Domingo y Joaquín Costa.