Elia Lozano da vida al personaje de Isadora Duncan, que a través del discurso coreográfico va desgranando los distintos avatares de su existencia. La obra comienza con la bailarina rememorando sus inicios en la escuela de danza, su posterior relación amorosa y la presencia onírica de sus hijos. Para esta escena, Elia Lozano ha contado en el reparto artístico con Ramón Taulé, en el papel de amante, y con alumnos de los distintos centros de danza, cada uno de ellos en su sesión correspondiente, entre ellos de la Escuela Municipal de Música de Barbastro.
La obra se desarrolla en tres bloques que se corresponden con las distintas fases en las que se ha dividido la escenificación de la vida de Isadora Duncan y que quedan plasmadas en tres escenografías realizadas por los pintores aragoneses Quinta Fogué, Pedro J. Sanz y Pilar Moré.
La música de Baruca ha sido compuesta por Víctor Rebullida y Carmelo Pueyo y será interpretada en directo por Carmelo Pueyo, Sara Naya y Llanos Sanz, estas dos últimas alumnas del Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza.